Acaba de recibir el Príncipe de Asturias de las Letras por su defensa de la tolerancia.
Aunque nació en Beirut, los primeros años de su infancia los pasó en Egipto. Su padre es un periodista conocido en Líbano, además de poeta y pintor. Estudió la primaria en Beirut en un colegio francés de jesuitas.
Capitalistas, marxistas, místicos, laicos, fanáticos, republicanos, nacionalistas, europeos, árabes, asiáticos... Nadie se salva. La pluma de Amin Maalouf sólo obedece a una ciega y férrea defensa de la humanidad, de los derechos humanos universales, de la convivencia y la paz a través de la cultura y la educación.
En León el africano (1986), cuenta la vida de un moro de Granada que viajó por África y el Mediterráneo en nombre del humanismo.
Maalouf como joven corresponsal recorrió varios conflictos bélicos, escribiendo sus crónicas para la revista Jeune Afrique. Estuvo en Vietnam, Haití, Angola, Mozambique, países acosados por la guerra. Ese bagaje le confirmó ya su sentencia: el mundo va mal, muy mal. Y no parece dispuesto a mejorarse.
En Las cruzadas vistas por los árabes (1983) dio la vuelta a la Historia para ver las cosas desde otra perspectiva, la otra orilla.
Obras:
1986 - León el Africano
1988 - Samarcanda
1991 - Los jardines de luz
1992 - El primer siglo después de Béatrice
1993 - La roca de Tanios (Premio Goncourt)
1996 - Las escalas de Levante
2000 - El viaje de Baldassare
2004 - Orígenes
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