martes, 25 de agosto de 2009

Stephen Spender


'Sujeto: Objeto: Oración', de Stephen Spender


Un sujeto pensó que por tener un verbo
con múltiples objetos regía una oración.
¿Acaso la gramática no le legó estos sustantivos
de los que tomó posesión en justa herencia?
Sus objetos son ‘vino’, ‘mujeres’ y ‘riqueza’
y una oración subordinada: ‘todo lo que la vida puede dar’.
Se aficionó tanto a poseer lo dicho que, finalmente,
se encontró a sí mismo convertido en ser subjetivado.
‘Sujeto’, advertía el diccionario, significa ‘alguien regido por
una persona o cosa’. ¿No era, pues, esclavo del ‘tener’?
Para lograr independencia debía transformarse en ‘objetivo’
lo cual significaba liberación del verbo ‘haber’.
Buscando autonomía estudió el contexto
que rodeaba a su oración, para observarla en perspectiva:
la parafraseó, realizó un análisis crítico,
volvió a leerla y se sintió más ‘objetivo’.
Después, con sobresalto, se dio cuenta de que la frase
como ‘sujeto-objeto’ es doblemente traicionera.
Una frase queda condenada a permanecer como fue expuesta
-como una ‘sentencia de vida’, como una ‘sentencia de
muerte’, por ejemplo.


Este gran poeta inglés, luchó junto a George Orwell en las Brigadas Internacionales en la Guerra Civil. Fue traductor al inglés de la obra de Bertold Brecht

Traducción de Jorge Ferrer Vidal.

Leido en: 20 minutos

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